EL EJE CÍVICO CENTRAL Y LA VÍA VERDE LITORAL: DOS GRANDES PROYECTOS QUE EL PSPV-PSOE INSISTE EN EJECUTAR SIN ESCUCHAR A LA CIUDADANÍA
El Partido Popular de Benicarló votó en contra del dictamen de aprobación de ambos proyectos, que seguirán adelante con los votos del equipo de gobierno en Junta de Gobierno Local
Desde el Grupo Municipal del Partido Popular nos vemos en la obligación y responsabilidad de informar a los benicarlandos de que el proyecto denominado “eje cívico central” ya ha sido aprobado por el equipo de gobierno en la última Junta de Gobierno Local y de que el proyecto “vía verde litoral” lo será en breve.
¿Qué supone esto para Benicarló? Pues que nuestra ciudad se verá afectada por una serie de decisiones que, a nuestro entender, no han contado con la participación de sus vecinos. Es difícil resumir la magnitud de los cambios que van a suponer estas obras y más difícil exponer sus consecuencias en pocas líneas.
En el centro de la ciudad, el proyecto “eje cívico central” convertirá la calle San Francisco y el paseo Ferreres Bretó en peatonales. Entre la N.340 (actual bulevar en obras) y el Mucbe, la circulación de vehículos se derivará por la calle Mossèn Lajunta, y entre el Mucbe y la plaza Constitución, el acceso quedará limitado a los vecinos y para carga y descarga, con accesos restringidos desde el paseo Febrer Soriano y calle del Carmen, desde la cual los vecinos podrán cruzar a la calle Alcalá. Cuesta creer que realmente se hayan calibrado las consecuencias de estas actuaciones que no hacen más que sustituir una calle suficientemente ancha para peatones y vehículos y con un activo comercio por una concepción urbanística incierta y de impredecibles resultados. ¿Se ha planteado alguna opción a los benicarlandos? Se puede afirmar que no.
El segundo proyecto afecta a una de las zonas más amplias e importantes de Benicarló, la costa norte: el proyecto “vía verde litoral” convertirá el actual ancho de la carretera de la costa entre Benicarló y Vinaròs en una vía mixta para peatones y vehículos al 50 %, separados tan solo por una estrecha franja de vegetación y con iluminación solamente en los cruces de vías principales. Para evitar que se utilice como vía intermunicipal, se establece un único sentido de circulación, con orígenes en Benicarló y en Vinaròs, sentidos que confluyen en la Fosa del Pastor, para desviar los vehículos a la N.340. ¿Desde qué punto de vista puede ser beneficiosa esta intervención? No aporta ningún valor reseñable y podría crear, sin embargo, situaciones que dificulten la vida de sus habitantes... a quienes tampoco se les ha preguntado qué opinan.
Desde el Grupo Municipal del Partido Popular entendemos que en el diseño definitivo de dichos proyectos de obra pública local no se ha garantizado una adecuada participación de los ciudadanos, la cual era imprescindible para garantizar los derechos e intereses legítimos de los vecinos afectados por la nueva ordenación, que ha sido aprobada de forma unilateral, sin la debida información, contradicción y consenso. Hay que tener en cuenta que los ciudadanos tienen derecho a participar en los procedimientos de elaboración y aprobación de cualesquiera instrumentos de ejecución de obras mediante la formulación de alegaciones, observaciones, propuestas, reclamaciones y quejas, y a obtener de la Administración una respuesta motivada. La calidad democrática se mide tomando como referencia las formas de participación pública en las decisiones colectivas, y debe ser exigible con especial intensidad en el diseño de la ciudad y de los espacios públicos que sirven de encuentro entre los ciudadanos, quienes deben poder expresar todo tipo de inquietudes. La participación ciudadana contribuye a dejar atrás una Administración Pública diseñada en clave imperativa y unilateral, siendo especialmente necesaria dicha participación en lo que atañe al espacio físico colectivo en el que los ciudadanos desarrollan su vida cotidiana, para que el diseño de la ciudad sea realmente una manifestación efectiva del derecho a ella.
Obras públicas municipales de tal calado como las que nos ocupan deberían someter su anteproyecto a información pública, subir el mismo a la página web, y se debería responder motivadamente a las alegaciones presentadas. Además, antes de la ejecución de la obra, habría que informar a los vecinos, potenciales usuarios y ciudadanos en general del calendario de realización, incidencias y afecciones, y con un servicio de información permanente, pues la participación pública también es posible en el desarrollo de obras públicas.
Ahora, Benicarló se encuentra inmersa en un proceso conducente a hacer efectivas dos obras que por su particular concepción alterarán la vida de los ciudadanos, una perspectiva poco alentadora visto el desarrollo que ha caracterizado otras actuaciones como el “bulevar interminable” o el poco estético y poco práctico carril de entrada a la ciudad desde la estación de tren, por citar dos de los pocos ejemplos urbanísticos que nos han dejado casi ocho años de falta de gestión y de abundancia de promesas incumplidas o mal ejecutadas.