Benicarló: un Ayuntamiento electrónicamente prehistórico
Todos coincidíamos en que era un objetivo primordial implantar la administración electrónica y la carpeta ciudadana para la gestión integral del Ayuntamiento de Benicarló, permitiendo un “Ayuntamiento sin papeles” pero, pasados cuatro años, esta promesa no se ha cumplido.
La pasada legislatura 2011-2015 se aprobó un reglamento de registro electrónico y se instaló la infraestructura capaz de soportar el proyecto informático, instalando una red de área metropolitana que conectó con un anillo de fibra óptica el Ayuntamiento y el resto de dependencias municipales, mejorando notablemente la velocidad de enlace entre las distintas sedes, así como la fiabilidad y seguridad de las comunicaciones. También se mejoró la red interna, para tener el ancho de banda suficiente. Se diseñó e instaló asimismo un programa propio para la gestión de la Brigada de Obras y Servicios, que aglutinó todas las tareas, partes e incidencias externas e internas, y la gestión de operarios y agenda. Se cambiaron las aplicaciones de contabilidad, nóminas, gestión tributaria y recaudación, integrando la gestión económica, financiera y presupuestaria, incluyendo la gestión documental, la firma electrónica y la recepción y tramitación de facturas electrónicas.
En la presente legislatura no se ha hecho prácticamente nada. La web municipal es un desastre. Los indicadores de transparencia apenas han variado, estando muchos incompletos, otros enlazan a páginas inexistentes, y otros enlazan con documentos que no se han modificado desde mediados de 2017. El único presupuesto municipal publicado es el del ejercicio 2016. En fin, el Ayuntamiento de Benicarló ha sufrido en modernización informática un abandono total en la presente legislatura. Otro motivo más para no confiar en el actual equipo de gobierno.